[...] Un espectáculo trabajado, reflexivo, logrado y bien ejecutado que [...] resultó apasionante, demostrando que el universo de la flauta de pico no está, ni mucho menos, agotado. Si un dúo de flautas puede hacer esto, imagínense toda la senda que todavía queda por caminar en un instrumento que para muchos sí está agotado[...]
Mario Guada. Codalario. La revista de música clásica